Por qué, si podemos ser amables y comprensivos con los demás, nos cuesta darnos una palmadita en la espalda a nosotros mismos?
El conflicto puede estar asociado a la autoexigencia. Culturalmente, incluso, pesa sobre nosotros la demanda de superación, la exigencia de no ser débiles.
Si podemos aceptarnos como personas imperfectas entonces llegaremos a tenernos mayor tolerancia. Es un gran paso, también, al autoconocimiento. Reconocer nuestras virtudes y defectos. Saber que hay cosas para las que somos buenos y otras que no se nos dan tan bien; por lo tanto, será lógico que nuestros resultados no sean siempre de nivel de excelencia.
Estudios demuestran que las personas autocompasivas, tienen una menor propensión a la depresión y la ansiedad. Esto se traduce en personas más felices y optimistas. Más contentos consigo mismos. Así como queremos a los demás con sus virtudes y defectos, podemos querernos a nosotros. Darnos la oportunidad. Confiar.
Desde ya que no se trata de no tener fuerza de voluntad o de justificarnos todo. Como siempre, los extremos no son buenos. Hay que intentar encontrar la dosis justa de autocrítica y tolerancia.
2 comentarios:
Sobre todo los hombres. Tenemos una presión tremenda para ser fuertes e inconmovibles en todo momento. Ahora no tanto, lo reconozco. Pero verás, yo solo tengo 33 años y aun me educaron con la filosofía de: "los hombres no lloran". Pobre de mí que me viese mi padre llorar, me daba y me decía: "ahora lloras por algo". Así que reprimí eso, me cuesta muchísimo. No recuerdo cuando fue la última vez que llore!
Un abrazo.
Es que a veces la vida tiene mandamientos, y aunque duelan en el alma,uno los sigue y los defiende. Y no se detiene a plantearse si esta bien o mal. Es como un codigo genetico escrito en nuestra mente, autodestructivo en algun caso. Me ha pasado infinidad de veces, y eso me enseño mucho pero me cuesta dejar de hacerlo. Y asi a veces uno hace surcos internos, sin construir caminos, sin crecer. Gracias por el articulo!!!!
Publicar un comentario