En función de los mails que he recibido, publico sobre estos dos temas para profundizar un poco respecto a las disfunciones sexuales en la mujer. Informarnos siempre es sustancial!
Anorgasmia
Esta disfunción sexual está asociada sólo en un 5 % de los casos a causas físicas. Las verdaderas causas son psicológicas, sociales y educacionales y afectan al 95 % de las mujeres anorgásmicas.
Lo que nos han enseñado respecto a la sexualidad muchas veces es información escasa o incorrecta, al tiempo que suele estar viciada de tabúes y prejuicios de todo tipo. La educación sexual incluye aspectos anatomo-fisiológicos que debemos conocer para conocer nuestros cuerpos y el del hombre, métodos anticonceptivos, etc.
Frecuentemente, no exploramos nuestro propio cuerpo por creencias culturales o religiosas. Nos cerramos a la posibilidad del autoconocimiento (masturbación) por vergüenza, miedo o porque nos enseñaron que hay cosas que no deben hacerse.
En algunos casos, el origen del conflicto psicológico puede estar en vivencias sexuales traumáticas (abuso sexual o violación).
Independientemente del trabajo personal que cada mujer debe hacer para superar esta disfunción, se hace sustancial el trabajo sobre el vínculo de pareja. El fortalecimiento de la relación, la capacidad de pedir y confiar.
Saber lo que nos gusta, respetar los tiempos y ritmos que son absolutamente personales (más allá de la diferencia entre hombres y mujeres). Aprender sobre nosotras y estar conectadas con él.
Vaginismo
El vaginismo es la aparición persistente o recurrente de espasmos involuntarios de la musculatura del tercio externo de la vagina frente a la introducción del pene o los dedos. La vagina se cierra y ningún tipo de penetración es posible.El síntoma principal del vaginismo es el dolor al momento de la penetración, la cual se vuelve imposible.
La causa del vaginismo puede ser:
1) Orgánica: himen rígido, endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica, tumores pélvicos, estenosis vaginal, malformaciones.
2) Psicológica
Una vez descartadas las causas orgánicas, se indagan los aspectos psicológicos. Por lo general, el vaginismo se da en mujeres que sienten temor a la sexualidad. Inconcientemente pueden sentir rechazo o asco al acto sexual, pueden tener miedo al embarazo, miedo al propio placer sexual, miedo a ser dañadas o despreciadas. Aquí vemos como la educación sexual, los traumas infantiles o de relaciones anteriores, el desconocimiento y factores socio-familiares dejan su huella.
El tratamiento, sobre todo si se consulta tempranamente, no es complejo; consiste en una serie de ejercicios de relajación perineal, con un reaprendizaje de la función de la musculatura pelviana y una toma de conciencia de la zona.
Consultar con el ginecólogo y profesionales idóneos como sexólogos y psicólogos es fundamental para resolver el problema.
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