Hoy me gustaría poner la lupa sobre un tema que encuentro recurrente entre mis pacientes (casi exclusivamente las pacientes mujeres).
Bien sabemos que hallar “nuestra media naranja” no es fácil. Que el sentimiento que tenemos por otro sea recíproco tiene que ver con el encuentro azaroso y no con una técnica determinada que se pueda implementar. Por lo tanto, lo que queda es la paciencia, el estar abiertos a encontrarnos con otras personas y arriesgarnos a que algo se produzca o NO.
Frente al sentimiento de soledad que a veces nos invade, cunde el pánico y la desesperación. Crece la ansiedad de lograr tener una pareja como sea…
Cómo sea?????
Para muchos es como sea a tal punto que se cuestionan todo su ser y están dispuestos a transformarse en otra persona a los fines de hacerse amables para los demás.
Autoestima? Autovaloración? Cero!
Bastante común hoy en día es escuchar a las mujeres decir que, como ellas buscan relaciones serias, con la idea de formar una familia y a los hombres esto los asusta, están dispuestas a transformarse en “mujeres fáciles” y dejar sus deseos de lado. De hecho, me suplican que las ayude a poder arrancarse esos deseos para poder transformarse en lo que el mercado de las relaciones (según ellas) pide.
Intentan que no les importe, créanme que lo intentan!
Moraleja: en un 100% de los casos viven angustiadas. Algunas logran tener alguien “al lado” (fíjense que no digo pareja) pero, junto con eso, sienten un vacío que las ahoga. Nadie puede ser lo que no es y los deseos no se extirpan quirúrgicamente.
El verdadero amor, el que tiene posibilidades de ser y perdurar, es real y no fantaseado. Lo mejor que nos puede ocurrir es ser amados por lo que somos. Lo demás, mejor dejarlo para las novelas.
Seamos fieles a nosotros mismos. A lo que somos y a lo que deseamos.
El que busca con pasión finalmente encuentra. El que se conforma…se embroma!
Bien sabemos que hallar “nuestra media naranja” no es fácil. Que el sentimiento que tenemos por otro sea recíproco tiene que ver con el encuentro azaroso y no con una técnica determinada que se pueda implementar. Por lo tanto, lo que queda es la paciencia, el estar abiertos a encontrarnos con otras personas y arriesgarnos a que algo se produzca o NO.
Frente al sentimiento de soledad que a veces nos invade, cunde el pánico y la desesperación. Crece la ansiedad de lograr tener una pareja como sea…
Cómo sea?????
Para muchos es como sea a tal punto que se cuestionan todo su ser y están dispuestos a transformarse en otra persona a los fines de hacerse amables para los demás.
Autoestima? Autovaloración? Cero!
Bastante común hoy en día es escuchar a las mujeres decir que, como ellas buscan relaciones serias, con la idea de formar una familia y a los hombres esto los asusta, están dispuestas a transformarse en “mujeres fáciles” y dejar sus deseos de lado. De hecho, me suplican que las ayude a poder arrancarse esos deseos para poder transformarse en lo que el mercado de las relaciones (según ellas) pide.
Intentan que no les importe, créanme que lo intentan!
Moraleja: en un 100% de los casos viven angustiadas. Algunas logran tener alguien “al lado” (fíjense que no digo pareja) pero, junto con eso, sienten un vacío que las ahoga. Nadie puede ser lo que no es y los deseos no se extirpan quirúrgicamente.
El verdadero amor, el que tiene posibilidades de ser y perdurar, es real y no fantaseado. Lo mejor que nos puede ocurrir es ser amados por lo que somos. Lo demás, mejor dejarlo para las novelas.
Seamos fieles a nosotros mismos. A lo que somos y a lo que deseamos.
El que busca con pasión finalmente encuentra. El que se conforma…se embroma!
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