Uno de los
grandes temas que afectan a las relaciones de pareja es la toma de decisiones. Los
temas sobre los que una pareja debe resolver son muchos y variados. Y cómo
transitan estos duros desafíos habla de su fortaleza o no como “equipo”.
Es evidente
que todos y cada uno de nosotros quiere ver sus deseos hechos realidad (algo de
por sí bastante improbable). Pero cuando de lo que se trata es de compartir, la
incapacidad de uno de los miembros de respetar al otro como otro con el que hay
que acordar genera grandes inconvenientes.
El
equilibrio no es algo que resulte simple. No siempre es posible llegar a un
buen acuerdo que satisfaga a ambos. Pero si es posible, y me atrevería a decir
que imprescindible, respetarnos, comunicar, preguntar, informar y negociar.
Poner las cartas sobre la mesa y ver como resolver juntos para que las cosas no
se transformen en imposiciones de uno sobre otro.
Al fin de
cuentas, uno no elige compartir con otra persona para salirse siempre con la
suya. Y, un punto que es importante entender es que, cuando elegimos vivir en
pareja, las decisiones de uno afectan al otro por tanto nuestra obligación es
permitirle también decidir.