Las contracturas, enfermedades de la piel, del tracto digestivo y diversas enfermedades psicosomáticas son manifestaciones de cómo nuestro cuerpo sufre nuestros silencios.
En el plano psíquico, el silencio nos mortifica, nos aisla, nos aplasta. Puede inclusive llevarnos a un estado depresivo.
Compartir nuestra carga con otros es parte de la solución. Y el ámbito de la consulta psicológica, junto con la presencia del profesional, conforman una caja de resonancia en donde poder escucharse a partir de hablarle a un otro que no juzga
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