A mediados de los años 80, los científicos italianos Giacomo Rizzolatti, Leonardo Fogassi y Vittorio Gallese realizaron estudios con monos macacos interesados en investigar profundamente el comportamiento durante el aprendizaje cuando descubrieron lo que llamaron neuronas espejo. El descubrimiento fue muy importante para las neurociencias ya que estas neuronas resultaron ser fundamentalmente determinantes en los procesos que permiten la imitación, central en el aprendizaje.
Pero con el tiempo y la profundización de los estudios en esta materia, las neuronas espejo resultaron tener aún más interés para el entendimiento del comportamiento en simios y humanos.