Apalabrados

En un mundo en donde la vida, en si misma, vale poco, poco o nada de valor parece tener la palabra. Una sumatoria de letras que, al mismo tiempo, es algo más: significante que nos representa.

Los usos y costumbres actuales nos alejan del silencio. Todo se muestra o se dice a la manera 2.0 o 4G. Pero se dice todo o no se dice nada?. Se dice sin compromiso subjetivo. Se dice sin tener en cuenta que las palabras no son solo letras y sílabas; en ellas reside un enorme poder de construcción o de destrucción.

Decís y te desdecís; o no lo haces y da igual.
Decís y no cumplís y también da igual.
Agredís, descalificas, humillas...

Sigmund Freud dijo "Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla"

Tal vez llegó el momento de que refexionemos antes de hablar para no transformarlo en un puro bla, bla, bla.
Seamos, realmente, esclavos de lo que hablamos (ya que también somos esclavos de lo que callamos).