En una entrada anterior, les comentaba brevemente, en qué consiste el ataque de pánico y mencionaba que se trata de un trastorno de ansiedad generalizada. Hoy, hablando de enfermedades psicosomáticas, vemos, con otro nombre, como el stress, la ansiedad y la angustia pueden incidir en nuestro organismo.
Cuando las emociones y el stress se intensifican, impactan sobre nuestra psiquis y también sobre nuestro cuerpo, generando respuestas emocionales o conductas también mucho más intensas. Por lo tanto, decimos que estas emociones negativas y fuertes, son capaces de generar una enfermedad psicosomática.
Y, para empeorar las cosas, lo somático vuelve (cual bumerang) a impactar en nuestra psiquis, dado que la aparición de la enfermedad (toda la sintomatología orgánica) genera un mayor malestar y tensión a nuestra vida anímica, a nuestra psicología (círculo infernal).
Enfermedades psicosomáticas más frecuentes:
- Digestiva: colon irritable o síndrome de intestino irritable, úlcera, colitis ulcerosa, aerofagia y dispepsias psicógenas, hipo, neurosis gástricas, gastritis, reflujo, de la motilidad, espasmo de píloro, evacuatorias, constipación, diarreas psicógenas, meteorismo, estado nauseoso, dolor abdominal crónico funcional, globus o globo histérico, sensación de tener un nudo en la garganta que causa disfagia y otras formas de disfagia orofaríngea.
- Respiratorias: asma bronquial, bronquitis, rinitis alérgica, tos psicógena, hiperventilación.
- Corazón y Sistema Cardiovascular: hipertensión arterial, infarto de miocardio y hemorragias cerebrales, neurosis cardíaca, astenia neurocirculatoria, hipertensión.
- Genitourinarias: vaginismo, trastornos menstruales, Dismenorrea psicógena, enuresis, disfunciones sexuales, paruresis, disuria psicógena, vejiga nerviosa, polaquiuria.
- Endocrinas: bocio, diabetes, hipertiroidismo y obesidad.
- Dermatológicas o Cutáneas: eczemas, alopecia, psoriasis, dermatitis, alopecia areata -caída del cabello, barba o bello en zonas determinadas-, acne, picazón intensa, prurito psicógeno o urticaria, hiperhidrosis, vitíligo, sensación de hinchazón, hormigueo, entumecimiento o de sensaciones extrañas.
- Osteomusculares: cefaleas tensionales, fibromialgia, tortícolis psicógena y otros trastornos y movimientos espasmódicos psicógenos.
- Trastornos sexuales y de la identidad sexual: disfunciones sexuales, parafilias, alteración de los patrones sexuales.
- Trastornos de Somatización – Trastorno Hipocondríaco: son síntomas físicos múltiples, recurrentes y variables, presentes desde hace cierto tiempo y sin una adecuada explicación somática. Generalmente existe resistencia a aceptar la respuesta medica, acerca de que en dicha sintomatología no hay una evidencia de afección orgánica; trayendo esto aparejado, además de la inconformidad del paciente, un creciente grado de afectación en el comportamiento en y de su entorno familiar y social.
- Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia: aprendizaje, atención, comunicación, desarrollo, alimentación, eliminación, estado de animo, tics, conducta, otros.
- Trastornos de la memoria, amnésicos y cognitivos: incluye delirios, demencias, amnesias y trastornos que alteren la función cognitiva.
- Trastornos psicológicos debidos a una enfermedad orgánica médica: presencia de síntomas psicológicos como consecuencia directa de una enfermedad orgánica
- Trastornos vinculados al uso, consumo y abuso de sustancias: drogas de abuso, incluyen alcohol, tabaco, medicamentos y exposición a tóxicos.
- Trastornos del estado de ánimo: alteración del humor. depresivos, maniacos o hipomaniacos -estado de ánimo explosivo, exaltado, irritable-, trastorno bipolar, tristeza.
- Trastornos de la ingesta y conducta alimentaria: alteraciones alimentarias (entre ellos obesidad, bulimia y anorexia nerviosa).
- Trastornos del Sueño: Insomnio, terrores nocturnos, dificultades en el dormir, disomnia, movimiento e inquietud.
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