La psicología, estudiosa de todo lo que hace a los vínculos humanos, ha indagado mucho en estas relaciones en particular.
En las relaciones madre-hija, se evidencian sentimientos encontrados: amor-odio, aceptación-rechazo, alejamiento-acercamiento. Con esta caracterización, podemos entender rápidamente, que puede no ser un vínculo simple y puede llegar a tener ribetes muy densos y hasta patológicos.
Para ejemplificar los aspectos más complicados que pueden afectar esta relación podemos hablar de:
- Madres en exceso protectoras que viven a través de sus hijas. Se meten en sus vidas, quieren decidir por ellas, etc. Esto genera una gran inseguridad en sus hijas, a punto tal de que pueden sentir que sin la madre no son capaces de hacer nada y pueden no madurar afectivamente como para independizarse. En otros casos, en lugar de la sobreprotección aparecen madres que, con cualquier excusa sobrecargan a sus hijas de responsabilidades de las que ellas no se hacen cargo. Como si se invirtieran los roles y la madre pasara a depender de la hija. También aquí puede ser imposible que la hija se independice porque debe quedarse a cuidar a su madre (y si no lo hace, se la hace sentir la culpa por no cumplir con su deber).
- Cuando aparece una madre que compite permanentemente con su hija para ver quién de las dos es más hermosa, más inteligente, más deseable. En algunos casos, esto va acompañado de críticas y descalificaciones que deterioraran la autoestima de la hija (se sienten inseguras y poco valiosas); Además, por supuesto, genera una relación de rivalidad, celos y envidia. La competencia es por el amor del padre y luego por los subrogados de éste (posibles hombres deseantes de la hija).
- Los casos en que no hay una figura materna (por ausencia, abandono o indiferencia) que pueda proveer en primer lugar, de las primeras experiencias nutricias, de amor, de cuidado y contención; y en segundo lugar, del modelo femenino de identificación.
Lo planteado señala aquellos modelos de vínculo en donde es de esperar un gran nivel de conflicto. Pero sin ser patológicas, las relaciones madre-hija pueden ser complicadas y ambivalentes.
Las hijas, por otro lado, pueden tener una mirada crítica y descalificadora hacia sus madres muchas veces porque sienten que las han superado en uno o muchos aspectos. O por determinadas cuestiones, se sienten avergonzadas. Otro motivo más de conflicto!
Cómo es tu relación con tu madre? Entra dentro de lo que mencioné en esta entrada o crees que tiene otras características???
No nos olvidemos que no hay ni madres ni hijas perfectas!
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