La enuresis, es definida como la micción no intencional (involuntaria) en niños de más de 5 años de edad (puede darse en adolescentes y adultos). Normalmente, se manifiesta durante la noche (“mojar la cama”) pero no excluye que se presente en otros momentos; por lo tanto decimos que puede ser diurna o nocturna
También hay que diferenciar entre enuresis primaria (cuando el sujeto en ningún momento ha controlado esfínteres, aún después de los 6 años) o secundaria (cuando luego de haber logrado el control durante cierto tiempo, vuelve a aparecer la incontinencia). Verán que hay una diferencia importante entre quienes nunca tuvieron el control y quienes en determinado momento lo lograron. No es un dato menor para poder establecer un mejor diagnóstico.No tiene un origen único definido. Algunos de los factores que pueden intervenir son:
- Genéticos: Si ambos padres tienen enuresis, existe un 75% de posibilidad de que el hijo la tenga; esto se reduce al 40% si sólo un padre tiene enuresis. Además, ocurre más en niños que en niñas.
- Neurofisiológicos: Puede haber un retardo en la maduración del mecanismo neurofisiológico para el control. Esta forma de incontinencia tiende a desaparecer con el crecimiento y el desarrollo de los sistemas naturales de alarmas.
- Educativos: Una educación del control de esfínteres rígida o demasiado anticipada (como los padres que esperan que su hijo aprenda el control a los 6 meses de edad), sin tener en cuenta los tiempos de maduración del sistema nervioso central, pueden ocasionar, muchas veces, un efecto contrario.
- Psicológicos: Un ambiente familiar violento, rígido, enérgico, disfuncional o que utiliza el uso indiscriminado del castigo pueden generar enuresis como síntoma. También cuestiones emocionales del niño (baja autoestima, ansiedad extrema, inseguridad afectiva, miedos y fobias, celos, pérdidas o situaciones de crisis o cambio). Estas cuestiones emocionales y cómo impactan, pueden producir una regresión en el desarrollo.
-Factores orgánicos: Dentro de las causas orgánicas podemos hablar de alteración anatómica congénita del sistema urinario, inflamaciones, infecciones, hasta malformaciones de la uretra, extrofia vesical, vejiga neruogénica, válvulas de uretra, uréter ectópico y pelvis renal. También es ocasionada cuando se padece de espina bífida y parálisis vesical, diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica (sobre todo en adultos).
El primer paso es un examen médico para considerar todos estos factores mencionados anteriormente y así poder hacer un diagnóstico adecuado y el consiguiente tratamiento.
Terapéuticamente, se incluyen ejercicios de vejiga y programar un despertar nocturno. Junto con estos métodos conductuales, la psicoterapia acompaña el proceso dado que es importante trabajar sobre las consecuencias que la enuresis genera (vergüenza, ansiedad, inconvenientes en la esfera social, etc) así como sobre sus causas (si el origen es psicológico).Dependiendo del diagnóstico, no se descarta el uso de fármacos adecuados.
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